

¡Desechemos prácticas en desuso, malas, feas y estorbosas! Porque en el proceso de barrer se nos destapa la creatividad. Se trata de un proceso de revisión y reajuste de perspectiva que nos obliga a salir de las tareas cotidianas.
¿Y cómo lo hacemos? Michelle Crawley nos proporciona la siguiente lista:
- Prepárate para la tarea creativa. Asegúrate de tener todo lo que necesitas a mano. Investiga, desarrolla ideas y escríbelas.
- Prueba el enfoque de arriba hacia abajo. Para variar, ten una entrevista con el gerente general, el CEO, el Vicepresidente; pregúntale qué quiere conseguir y pídele que te comparta su punto de vista.
- En los detalles está todo. Según Crawley los detalles son los que destacan una idea, por eso nos recomienda enfocarnos en ello.
- Evalúa y mide. ¿Qué está dando resultados? Bueno, hacia eso tienes que dirigirte.
- Sal de pendientes. Es momento de repasar el “to do list” y atender aquellas cosas que debieron haberse hecho hace ya mucho.
- Libera espacio. Empezando por el escritorio, pasando por la pantalla del ordenador, los papeles, las libretas y llegando hasta los procesos. Desecha todo aquello que te retrasa o te retiene sin resultados.
- Prueba el enfoque horizontal. Pregúntale a tu equipo qué perspectivas tiene para afrontar determinado plan o problema.
- Trabaja duro. Las ideas son como los músculos, tienen que trabajarse y sudar para que rindan al máximo y alcancen su mayor punto de vigor.
- Piensa en tu cliente como si acabara de llegar. Los clientes nuevos nos emocionan y eso nos mueve a mejores ideas, por eso piensa en tu cliente de toda la vida como si acabara de contratarte.
- Apóyate en las relaciones. A mejores relaciones, mejores ideas, por eso trabaja en una buena comunicación e interacción.
Publicado en Clicker 360
No hay comentarios:
Publicar un comentario